martes, 30 de noviembre de 2010

Comprensión lectora fichas (LECTURA Nº 13)

Ideas principales:
·         Su padre era Labrador y tenía algunas tierras.
·         El hombre seguía andando, con sus manos en el arado.
·         Algunos vieron pasar a este hombre que araba con sus bueyes un surco solo, largo, recto, a lo largo de las montañas, a través de los ríos.
·         Pasaron ríos y montañas sin que el hombre despertara.
·         El hombre sintió el agua por el vientre y despertó.



Análisis de los personajes  y  situaciones:
 Una tarde se durmió arando con los bueyes. (El hijo del señor se durmió cuando este cuidaba a los animales)
Y como no volvía el arado, los bueyes siguieron y se salieron del campo. (Estos se salieron mientras el chico dormía caminando)
El hombre seguía andando, con sus manos en el arado. Iban hacia Poniente. (El chico estaba en otras palabras sonámbulo pues caminaba dormido)
Tampoco a la noche se pararon. Pasaron ríos y montañas sin que el hombre despertara. (Sin descansar iban caminando el chico y los bueyes)
Algunos vieron pasar a este hombre que araba con sus bueyes un surco solo, largo, recto, a lo largo de las montañas, a través de los ríos. (Varias personas lo vieron caminar dormido con sus animales)
Una mañana llegó al mar. Rompían las olas en sus pechos. El hombre sintió el agua por el vientre y despertó. (Este llego al mar y sintió las olas lo cual lo ayudo a despertar)
En un pueblo cercano preguntó dónde estaba y vendió los bueyes y el arado. (El estaba perdido así que decidió preguntar en donde se encontraba y para tener dinero el vendió a sus bueyes)
Luego cogió los dineros, y por el mismo surco que había hecho, volvió a su tierra. (Con el dinero obtenido de la venta volvió al lugar donde estuvo al comienzo, a su tierra)



Preguntas de comprensión:


1.  ¿A qué se dedicaba el padre?

Trabajaba en la tierra

2.  ¿Por llegó arando tan lejos?

Se durmió arando

3.  ¿Cómo se despertó?

Lo despertó el frío del agua

4.  ¿Qué hizo con el arado?

Lo vendió

5.  ¿Cómo volvió a su casa?

Volvió siguiendo el surco que había hecho

6.  ¿Cómo podría titularse esta lectura?

El durmiente labrador

7. Dibuja al labrador arando una montaña.


martes, 23 de noviembre de 2010

Comprensión lectora fichas (LECTURA Nº 12)

Ideas principales:
·        Sobre el olvidar la lechuza volaba y volaba.
·        La encina negra estaba a medio camino, de Úbeda y Baeza.
·        Por un ventanal entró la lechuza en la catedral, la quisieron espantar.
·        A Santa María un ramito verde volando traía.


Análisis de personajes y situaciones:
Sobre el olvidar se vio a la lechuza volar y volar. (En el gran cielo la lechuza volaba).
Campo, campo, campo entre los olivos, cortijos blancos. (La lechuza volaba entre las fincas llenos de olivos y algodón)
Y la encina negra a medio camino de Úbeda y Baeza. (El árbol negro a medio camino de una provincia y ciudad que quedan en Jaén)
Por un ventanal entró la lechuza en la catedral San Cristobalón. (La lechuza entro por la gran ventana que hay en  la catedral)
La quiso espantar, al ver que bebía del velón de aceite de Santa María. (Quiso ahuyentar a la lechuza pues la veía que esta bebía la vela llena de aceite de Santa María)
La Virgen habló: Déjala que beba, San Cristobalón. (La virgen  no quería espantarla)
A Santa María un ramito verde volando traía. (La lechuza agradecida a la próxima vez le llevo un ramito verde a Santa María)
Preguntas de comprensión:

1. ¿Por dónde volaba la lechuza?
Sobre los olivos
2. ¿Qué había entre los olivos?
 Había cortijos.
3. ¿Qué había en el camino de Úbeda a Baeza?
Una encina
4. ¿Por qué quisieron espantarla?
Se bebía el aceite
5. ¿Qué traía la lechuza en el pico?

Un ramito verde

6. ¿Cómo podría titularse esta poesía?

La lechuza en el olivar.

7. Dibuja una lechuza volando entre los olivos.


sábado, 13 de noviembre de 2010

"Hebaristo, el sauce que murio de amor" (Abraham Valdelomar)

Resumen de la obra:
Evaristo Mazuelos, el farmacéutico de la botica "El Amigo del Pueblo", y Hebaristo, el sauce inclinado que vegetaba en una parcela cercana, eran dos almas paralelas. Ambos tenían 30 años y un aspecto cansino y taciturno. Así como el árbol Hebaristo cobijaba a los campesinos a la hora del mediodía, Evaristo escuchaba a quienes cobijaba en la botica.
Evaristo Mazuelos se enamoró de Blanca Luz, la hija del Dr. Carrizales, magistrado que llegó al pueblo como Juez de Primera Instancia, pero lamentablemente para Evaristo, la chica no estuvo mucho tiempo en el pueblo: apenas poco más de un mes. Sucedió que su padre cayó mal al Secretario de la subprefectura, un tal De la Haza, quien al mismo tiempo era redactor de "La Voz Regionalista", el decano de la prensa lugareña. De la Haza escribió un artículo tendencioso titulado "¿Hasta cuándo?"; en este artículo se mencionaba ciertos pasajes íntimos de la esposa del Juez, quien ya era finada. Por ese motivo el Juez, ofendido, dejó la judicatura y abandonó el pueblo, junto con su hija. Sin embargo, Evaristo no perdió la esperanza de volver a ver a su amada, que se había convertido en su inspiración poética.
De otro lado, la vida del sauce, por haber nacido de la casualidad, era solitaria y trágica. Como Evaristo, Hebaristo sentía necesidad de afecto; esperaba la brisa o el pico de las aves, para recibir el polen fecundador. Pero al parecer los otros sauces debían estar muy lejos, pues el polen nunca llegó y el sauce se fue secando lentamente, tal como a Evaristo Mazuelos lo consumía la desilusión de no tener noticias de Blanca Luz. No hacía otra cosa que ir diariamente al borde del arroyo donde languidecía el árbol. El sauce se acostumbró con su cotidiana presencia, quizás intuyendo su solitaria tragedia. Eran pues dos almas similares.
Cierto día Evaristo no fue al lado del sauce. Aquella misma tarde vino el carpintero del pueblo, quien cortó el árbol, y en el lomo de un burro lo trasladó hasta la carpintería "Rueda e Hijos". La madera del árbol sirvió de ataúd al fallecido Evaristo Mazuelos. El editorialista de "La Voz Regionalista" lloró la desaparición del farmacéutico. Lo propio hizo el Alcalde, el Sr. Unzueta (quien a la vez era el propietario de la farmacia), dando un discurso fúnebre, aparentemente muy sentido, en donde aludió al “ataúd de duro roble”, donde yacía un "honrado ciudadano". Al día siguiente del entierro la carpintería entregó una factura al dueño de la farmacia por el valor de un "ataúd de roble". El señor Unzueta reclamó, señalando que el ataúd era en realidad de sauce y por lo tanto su valor debía ser menor. El carpintero no quiso cambiar los términos de la factura, a no ser que Unzueta rectificara lo dicho en su discurso. Unzueta aceptó finalmente pagar como si el ataúd hubiera sido de roble, a fin de no quitar una frase que a su ver había quedado magnífica en su disertación.

Cuadro comparativo de personajes:
Primarios
·         Hebaristo, un viejo sauce solitario e infecundo, plantado de casualidad en las afueras del pueblo, en una parcela surcada por un arroyo, donde se marchitaba lentamente.
·         Evaristo Mazuelos, el joven boticario o farmacéutico del pueblo, un alma solitaria, huérfano de origen. Su lugar de trabajo era la botica llamada “El Amigo del Pueblo”, en la esquina de la Plaza de Armas. Creyó ver en Blanca Luz, una chica escuálida, la encarnación de su ideal amoroso.
·         Blanca Luz, la hija del Juez del pueblo, quien es descrita de manera caricaturizada: “una chiquilla de alegre catadura, esmirriada y raquítica, de ojos vivaces y labios anémicos, nariz respingada y cabello de achiote, vestida a pintitas blancas sobre una muselina azul de Prusia”.
Secundarios
  • El Dr. Carrizales, Juez de Primera Instancia, padre de Blanca Luz.
  • De la Haza, Secretario de la subprefectura y redactor de "La Voz Regionalista", el decano de la prensa local.
  • El Señor. N. Unzueta, Alcalde del pueblo y a la vez propietario de la farmacia "El Amigo del Pueblo".
  • El carpintero, dueño de la “Carpintería y confección de ataúdes de Rueda e hijos”.

Escenario:

Valdelomar ambienta la historia en la aldea de  un pueblo de una provincia costeña del Perú en medio de un desierto, cuyo héroe local es un tal Coronel Marmanillo, quien había luchado durante la guerra de la independencia, en la batalla de La Macacona, en el año de 1822 (pero el autor se apresura en aclarar que en realidad el tal coronel no fue un héroe sino todo lo contrario, ya que había huido al primer ataque de los españoles o realistas). Podría tratarse de alguna aldea costera del departamento de Ica, pero el ambiente que enmarca el cuento es fantástico y por eso lo más prudente es considerar que se trata de un pueblo ficticio.

Su estructura:

El cuento está dividido en seis secciones o capítulos cortos, numerados con dígitos romanos.
I.- Empieza describiéndonos el escenario del cuento, la aldea de P. y su héroe local, el coronel Marmanillo. Luego nos presenta a los dos personajes cuyas vidas están extrañadamente entrelazadas, el boticario Evaristo y el sauce Hebaristo, almas gemelas y solitarias.
II.- Se relata la pasión amorosa del boticario Evaristo por una esmirriada chiquilla, Blanca Luz, hija del juez o magistrado de la aldea. Pero ella y su padre, luego de estar poco más de un mes en el pueblo, se marcharon lejos. Evaristo había idealizado a Blanca a tal punto que persistió en esperarla.
III.- Al igual como Evaristo, el sauce Hebaristo (plantado en las afueras del pueblo) sentía la necesidad de afecto, en este caso del polen fecundizador, pero este jamás llegaba.
IV.- Evaristo envejeció esperando el retorno de Blanca Luz, e igualmente se marchitó el sauce Hebaristo. Al atardecer iba Evaristo a sentarse cerca del sauce. Hasta que un día Evaristo no apareció y el sauce presintió lo ocurrido. Esa misma tarde vino el carpintero, quien cortó el árbol y se lo llevó.
V.- El tronco del sauce sirvió para hacer el ataúd de Evaristo y en su entierro el alcalde del pueblo pronunció un discurso muy sentido, donde aludió al “ataúd de duro roble” donde yacía el cadáver de un “honrado ciudadano”.
VI.- El carpintero, enterado del discurso, cobró como si el ataúd fuese en realidad de madera de roble. El alcalde le reclamó, pero el carpintero le dijo que no se retractaría a no ser que rectificase su discurso. Al final el alcalde aceptó pagar el precio pues no quiso modificar su discurso.

Hebaristo, el sauce que murió de amor es un cuento del escritor peruano Abraham Valdelomar, que forma parte del grupo de los llamados “cuentos criollos” o “neo criollos”, aunque otros estudiosos consideran que tiene otras características que lo ubicarían más bien dentro del rubro de los cuentos fantásticos del escritor.